Precios económicos
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La ciudad marroquí de Nador (NDR) es la capital de la provincia homónima y una de las ciudades que más rápido ha crecido del país. Además de la vida cultural marroquí, sus visitantes también podrán descubrir aquí sus maravillosos e históricos monumentos y atracciones turísticas. El aeropuerto no se halla cerca del centro de la ciudad y ofrece una conexión cómoda con Nador (NDR). Si busca descansar y relajarse, encontrará también pequeñas playas cerca de la ciudad. Los amantes de las compras tampoco se quedarán con las ganas, ya que en los tres mercados de la ciudad, los zocos, podrán encontrar ropa, accesorios y especias típicas de la región así como otros alimentos. En ellos, el regateo no solo es deseable, sino también obligatorio.
miércoles, 18/12/24
jueves, 19/12/24
viernes, 20/12/24
La ciudad de Nador (NDR) es más conocida por su animado centro que por sus monumentos históricos. Reserve ya su vuelo a Nador (NDR) y saboree la vida marroquí en uno de los numerosos cafés de la ciudad. Paseando por el paseo marítimo, los turistas encontrarán muchos pequeños restaurantes que invitan a probar la cocina típica. Entre otros, encontrarán cuscús, harira (una sopa de lentejas y guisantes), pastela (un tipo de hojaldre relleno de una pasta), briouats (empanadillas rellenas) o sabrosas combinaciones frutales de carne de ternera y ciruelas. La cocina marroquí también es conocida por el uso de numerosas especias como el comino, cilantro, perejil o agua de rosas con canela.
Nador (NDR) es una de las ciudades más bien conservadoras de Marruecos, por lo que es muy difícil encontrar bares o discotecas por la noche. Si las playas no le apasionan, puede visitar alguna de las demás atracciones turísticas. Reserve ya su vuelo a Nador (NDR) y visite el Palacio El Badi, uno de los más bellos del país. Por supuesto, tanto en la ciudad como en sus alrededores hay algunas mezquitas que merece la pena visitar. Los amantes de la cultura pueden visitar el Museo de Marrakech, construido por el sultán Moulay a finales del siglo XIX. Como en todos los países árabes y musulmanes, los turistas deben informarse previamente de las normas relativas a la ropa.