La capital austriaca que ofrece a sus visitantes una visita inolvidable durante todo el año

La ciudad austriaca ofrece tantos lugares de interés que unos pocos días no son suficientes para descubrirlos todos. La ciudad está llena de edifcios, monumentos y palacios que recuerdan a la ciudad imperial. Siga los pasos de la monarquía de los Habsburgo y visite los palacios de Schönbrunn y Belvedere. El palacio de Schönbrunn de los Habsburgo fue construido originalmente a finales del siglo XVII por el emperador Leopoldo I. Bajo el mandato de María Teresa, el palacio de Schönbrunn se convirtió en el centro glamuroso de la vida imperial de verano a mediados del siglo XVIII, donde muchos de los principales estadistas de Europa fueron invitados. ¡No se pierda una visita a este palacio! Por otro lado el palacio de Belverde, que se conforma por dos palacios, inició su construcción en el año 1714 y fue finalizado en 1723. Descubra este palacio y la amplia variedad de exposiciones que ofrece esta joya imperial. 

Por supuesto, es indispensable visitar una de las muchas cafeterías de Viena, ya que casi ninguna otra ciudad austriaca es tan famosa por su cultura del café como la capital austriaca. Hay varias cafeterías para disfrutar el "Schmäh de Viena". A continuación le damos una lista de nuestras cafeterías favoritas. ¿Tiene usted afición por el glamour? Entonces le encantará el Café Central de Viena. Es el magnífico clásico entre los cafés. Sirve especialidades de café al estilo de los Habsburgo, como el "Melange", el "Einspänner" o el "Advokaat" con licor de huevo. Para los amantes de la pastelería, K.-u.-K.-Hofzuckerbäcker Gerstner es el lugar perfecto. Aquí encontrará todo lo que ofrece la tradición panadera austriaca: desde el clásico strudel de manzana hasta la enorme tarta Sacher o Dobo, una especialidad húngara. Café Prückel, fundado en 1904, se encuentra a pocos minutos a pie del centro de transportes Viena-Mitte. La multitud es tan colorida como el propio café. Apenas se atraviesa la puerta de madera blanca bajo el cartel de neón, uno se siente trasladado a los años 50. La música y la cultura de los cafés vieneses están unidas. En muchos cafés se organizan conciertos por la noche. El mejor lugar para los amantes de la música es el Café Ritter en la Ottakringerstraße.

¿Una expedición al bosque en medio de la ciudad? Viena es un lugar maravilloso para hacerlo y los pequeños serán los que más disfruten. En las afueras de los Bosques de Viena, que se extienden hasta el zoológico de Schönbrunn, se construyó un sendero en las copas de los árboles a una altura de diez metros. Además, puede avistar diferntes animales como reptiles, anfibios o aves desde este sendero colgante. El jardín de Lanzier ofrece un respiro de la ciudad e invita a familias a dar un paseo por esta propiedades de 2.450 hectáreas. Visite este jardín que no está lejos del centro de la ciudad. Otras actividades para disfrutar con los más pequeños pueden ser por ejemplo un paseo en carruaje por el centro de Viena. El Prater ofrece diversión y adrenalina, incluyendo una noria de 65 metros con vista a toda la ciudad. Sin duda alguna, nigún niño se aburrirá en la ciudad austriaca.

Los numerosos restaurantes le invitan a probar las especialidades tradicionales austriacas, donde se sirven Wiener Schnitzel, Mariellenknödel o Kaiserschmarrn. Viena tiene una amplia variedad en restaurantes, sin embargo, nosotros le tenemos una lista de nuestros favoritos. El Naschmarkt no es cualquier mercado. Ofrece una amplia variedad de puestos de comida, en donde podrá encontrará platos típicos a un precio bastante económico. En Viena, la salchicha es una religión, y no se puede perder el perro caliente austriaco. En el restaurante Viena Sausage, podrá probar diferentes platos como el Käsekrainer o la Bratwurst a un precio muy accesible. No puede irse de esta ciudad austriaca sin probar el famoso Wiener Schintzel. En la mayoría de los restaurantes encontrará esta especialidad austriaca, sin embargo, nosotros recomendamos el auténtico restaurante Figlmüller. Para los amantes del dulce, los restaurantes y cafeterías de Viena ofrecen el Kaiserschmarrn y la tarta de Sacher, sus dos postres más conocidos. 

Nadar, andar en bote o bicicleta, patinar, jugar voleibol de playa - o tomar un descanso de las visitas turísticas: Una visita a la "Donauinsel" promete diversión y relajación para toda la familia. La isla se extiende 21 km a lo largo del Donau, el río que cruza la ciudad de Viena. Se puede llegar fácilmemte a la isla desde el centro, y encontrará instalaciones deportivas, áreas verdes y diversión en el agua para los días de calor. Hay una playa especial para que los niños se bañen, además de un parque infantil acuático. Si no fuera suficiente, puede encontrar un parque de trampolines y parque de escalada. Disfrute la tarde en la amplia variedad de restaurantes y kioskos a lo largo de la isla. Este paraíso es muy querido por los locales, debido a su proximidad a la ciudad y ampla variedad de actividades.